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martes, 12 de enero de 2010

DEL PENSAMIENTO MAGICO A LA NEUROCIENCIA DE LA CORPORALDAD

DEL PENSAMIENTO MAGICO A LA NEUROCIENCIA DE LA CORPORALDAD
Por Ricardo Larug

Para "nadie" es un secreto que la fisiología de las emociones y de lo subjetivo han sido fundamentales para lograr el tipo de comportamiento social del cual se nutren las economías. Tal vez por eso mismo y sin quererlo la filosofía del hombre antiguo se basaba en un pensamiento mágico desde el cual  entendía la naturaleza. Tal vez por ello se adoptaron con el tiempo sendas posturas dualistas y cartesianas sobre el género humano que separaban al cuerpo de la mente e incluso del cerebro. Quizá por eso una corriente filosófica conocida como los “monistas” sostuvo lo contrario.  Y tal vez por eso mismo en la actualidad el cerebro, la mente y el cuerpo junto a  sus emociones constituyen un único sistema conceptual  desde el cual la neurociencia ha basado sus estudios, incluidos los referentes socio-culturales que hoy se atreven a hablar de una  herencia genético-cultural y cerebro-social . Ver post: El hombre y su corporalidad: Desde Sócrates hasta Llinás


Recordemos que para finales de los /60 muchos pensadores contemporáneos ya sostenían que la experiencia y el pensamiento también estaban determinados por factores culturales y no sólo biológico-organicistas, como el científico austriaco Karl Ludwig Bertalanffy(1969) en su teoría general de los sistemas. Desde entonces el hombre comenzó a ser visto como una compleja  estructura (“wetware”) compuesto por cerebro-mente-cuerpo y emociones interconectados, la cual evoluciona continuamente a medida que  crece y  aprende, a diferencia de una computadora convencional que tiene un hardware (cerebro) y un software(mente-proceso) limitados y separados, tal y como lo afirmaba el científico argentino Sergio Moriello desde el 2003. http://www.redcientifica.com/autores/smoriello.html


Así la mente humana dejó de ser vista sólo desde lo cognitivo (pensamiento, percepción, memoria, inteligencia), para también ser asumida desde lo afectivo (deseos, sentimientos, motivaciones, creencias, intenciones, emociones, etc), con el fin de analizar ambos procesos como un producto de la compleja y larga evolución biológica contextualizada dentro de un entorno socio-cultural. 

Antes de los /80 McLuhan(http://www.infoamerica.org/teoria/mcluhan1.htm) educador, filósofo y teórico de la comunicación, también había escrito sobre el tema sosteniendo que la interconexión humana a escala global generada por los medios electrónicos de comunicación reafirman la tesis que "el medio es el mensaje", que “Somos lo que vemos” y que “formamos nuestras herramientas para que éstas luego nos formen”,  de aquí su término  “aldea global”. Igualmente habló de los “Servomecanismos” para referirse a las extensiones del cuerpo: Hombre-máquina, Hombre-rueda, Hombre-arma, lamentablemente no vivió para ver el fenómeno facebook porque de lo contrario habría hablado de la extensión del hombre en el plano de lo virtual. 

Otro neurocientífico, el portugués Antonio Damasio (1996, p. 93, 208) afirmó que si el sistema cerebro-mente-cuerpo-emociones se influencian mutua e intensamente, también interactúa activamente con su entorno físico como socio-cultural, siendo el cuerpo una base referencial  muy fuerte para la mente. Por ésta misma razón el estudio de la emoción ha identificado los mecanismos que permiten a los organismos reconocer "la sensación de sí mismos", codificarla, transmutarla  o  adaptarla según los contextos socio-culturales del momento. http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=45095


Parodiando sobre el asunto cabe decir que “la razón” por más que se desee y se reafirme...nunca puede desligarse de su contexto emocional y por lo tanto se puede entender mejor al cerebro en la toma de conciencia y de decisiones(Ver más adelante: Herencia genético-cultural y cerebro-social), aclarando que los procesos memorísticos se forman no sólo por simples recuerdos sino por vivencias emocionales subjetivas e intransferibles--contrario a lo que se venía creyendo desde Descartes—lo que sugiere que las consecuencias de una decisión producen una determinada reacción emocional que –a su vez- es “somática”(corporal) porque genera respuestas musculares, neuroendocrinas o neurofisiológicas(teoría del “marcador somático” de Damasio, 1996, p. 93, 208). 


Sin embargo, desde principios del milenio el filósofo tunecino Pierre Lévy(2000, p. 35) especialista en cibercultura  sostiene que todo ello se manifiesta a través del lenguaje,  porque éste no sólo permite la comunicación sino la creación de conceptos y significados a través del complejo cerebro-mente-cuerpo, y que se vale tanto de sus sistemas perceptivos y motores para interaccionar con su entorno físico-social, como de los mismos medios masivos de información-comunicación, en una relación de interdependencia total. http://biblioweb.sindominio.net/telematica/levy.html 


En la actualidad, con el desarrollo de la neuro-ciencia  el estudio del comportamiento individual del cerebro ha evolucionado hacia el campo socio-cultural(Ver más adelante: Herencia genético-cultural y cerebro-social), constituyendo una sólida base científica desde lo fisiológico gracias al descubrimiento de las células fusiformes del cerebro, las cuales intervienen en la toma de decisiones sociales inmediatas. Este descubrimiento cobra aún más trascendencia cuando el psicólogo y científico norteamericano Daniel Goleman(“Inteligencia social” 2007) se refirió al papel de las interacciones sociales en el remodelado del cerebro humano con base en la «neuro-plasticidad», es decir la capacidad del cerebro para cambiar la forma, el tamaño y la cantidad de sus neuronas y conexiones sinápticas de acuerdo a sus experiencias.

Por todo lo anterior no se puede desconocer que “la fisiología de las emociones y de lo subjetivo” son la base desde donde se  imponen formas y normas de pensar-actuar sobre “sí mismos y la corporalidad” junto con la ayuda del fenómeno de la “mediatización” a través de la cual se dio vida a “la cultura de masas y a las sociedades de consumo”, las mismas que fueron criticadas por el recordado Papa Ratzinger(Benedicto XVI) en su tercera encíclica y donde contradictoriamente invita a las economías del mundo a retomar  los tradicionales principios de la ética y la teoría social de la iglesia(la transparencia, la honestidad y la responsabilidad) para no seguir siendo el lugar de atropello del fuerte sobre el débil" y evitar que los mercados desconozcan la función de los estados de abogar por el bien común, sin embargo la misma iglesia desconoce así misma su participación  histórica en la manipulación desde lo filosófico, lo político, lo cultural y lo económico, entre otros. (http://www.elperiodico.com).


Herencia genético-cultural y cerebro-social


Para entender mejor la anterior información es necesario referirse a la parte morfo-fisiológica de lo mental porque  -al parecer- la progenie humana también hereda comportamientos socio-culturales enraizados genéticamente a través del mismo ADN que portan los cromosomas de cada gen, encargados no sólo de transmitir generacionalmente las características evidentes de los individuos (genotipo) sino las NO evidentes (fenotipo). Tal vez allí radique la respuesta de por qué la gente piensa y se comporta como lo hace.


Es decir, en la genética la predisposición (fenotipo) pone de manifiesto la influencia de otros factores, como los ambientales, sobre las conductas complejas y donde la cultura junto a las experiencias moldean las creencias individuales. Dicho esto, es claro que en toda conducta o capacidad mental entran en juego factores genéticos. La inclinación hacia una u otra forma de pensar dependen de ello. Hoy  gracias a procedimientos y técnicas médicas como la neuro-imagen estructural (resonancias magnéticas) y funcional(RM y PT), la neurofisiología(técnicas de Video-EEG, invasivas o no), la neuropsicología y la misma neurocirugía, es posible saber que muchos aspectos conductuales e “ideacionales” no sólo dependen de la estructura genética reguladora de los mismos sino de las áreas funcionales de la corteza cerebral(antiguas áreas de Brodman) y con las cuales bien se podría hacer un mapa morfofisiológico (estructural y funcional) de la corteza cerebro-social(citoarquitectura).Wikipedia.


Así como existen  en el cerebro varias áreas premotoras/presensitivas y motras/sensitivas de gran importancia para entender el movimiento humano voluntario y vegetativo, también existen las que definen realmente lo social, la forma en que se piensa sobre “sí mismos y sobre la corporalidad” como las áreas sensitivas No 1,2,3, 5, 7, 39 y 40, además de las pre-frontales número 9 a 14, y el área motriz No 4 (Ver pag: http://fundacionannavazquez.wordpress.com/2007/07/17/anatomia-y-funcion-de-la-corteza-cerebral-humana/)


En efecto, en las áreas pre-frontales 9 a 12(Ver figura en Wikipedia) de la corteza cerebral se evidencia la capacidad de generación de ideas abstractas, juicio, sentimientos, emociones y personalidad y en las áreas 13 y 14 se relacionan los comportamientos socio-afectivos y sexuales, mientras que en las áreas 44 y 45 se interrelaciona lo motor con lo lingüístico. Por otro lado las áreas 1, 2 y 3(lóbulo parietal) tienen una distribución similar al área motora voluntaria No 4, es decir: pareciera que allí hubiese un mapa morfo-fisiológico (o somatotópico bilateral) desde donde se interpreta la información primaria sensitiva(o somestésica).


Pero las áreas de la corteza cerebral que más importan para éste post o artículo, son las 5 y 7 porque desde allí el ser humano tiene  conciencia del propio esquema o imagen corporal(región sensitiva secundaria o psicosomestésicas), aunque su reconocimiento tridimensional se hace e integra con lo lingüístico en otras áreas, como la 39 y 40 donde se mezclan las informaciones sensitiva, auditiva y visual(asociación terciaria), en complementación con las áreas 18 y 19 que son psicovisuales y la 22 que es  psicoauditiva.


Es decir, gracias a la evolución de todas éstas estructuras, a las transformaciones en los planos motor-sensorial, emotivo-motivacional y lingüístico-cognitivo, es que el hombre piensa, se comporta y actúa de la forma en que lo hace. Gracias a ello logró pasar de un pensamiento mágico/paranormal a una conducta ritual y de creencias sobrenaturales hasta llegar a construir un sistema lógico y objetivo basado en lo racional  y que le ha posibilitado asumirse “a sí mismo” y adoptar posturas concretas sobre su propia corporalidad.


Por Ricardo Larug

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